El fototipo es la capacidad de adaptación al sol que tiene cada persona desde que nace, es decir, el conjunto de características que determinan si una piel se broncea o no, y cómo y en qué grado lo hace. Cuanto más baja sea esta capacidad, menos se contrarrestarán los efectos de las radiaciones solares en la piel.
A. Piel no expuesta blanca, pelirrojos. Al tomar el sol, siempre se quema fácilmente y después descama la piel; nunca logra broncearse.
B. Piel no expuesta blanca o de tono mínimamente marrón. Puede quemarse con facilidad y descamar si se expone intensamente. Puede broncearse gradualmente, con tono marrón suave o medio.
C. Piel no expuesta de tono marrón, más o menos intenso pero claramente apreciable. Raramente se quema; se broncea rápidamente con tono intenso.
D. Piel no expuesta de tono marrón intenso o negro. Nunca se quema; se broncea de forma rápida y muy intensa.